El Acuerdo de Venecia 2024 simboliza un compromiso global para proteger las turberas, integrando acciones locales y perspectivas globales. Esta colaboración interdisciplinaria busca asegurar un futuro sostenible para estos ecosistemas vitales, destacando la importancia de cuidar las turberas y a sus cuidadores, fortaleciendo así el movimiento de conservación de turberas a nivel mundial.
El 3 de junio de 2024, en Torres Vedras, Portugal, guardianes de turberas de todo el mundo se reunieron para firmar el Acuerdo de Venecia 2024, en el marco del Día Mundial de las Turberas celebrado el 2 de junio. Este acuerdo, renovado y adaptado, representa un esfuerzo único para construir un liderazgo decolonial y reforzar los derechos de estos ecosistemas críticos. A través de colaboraciones interdisciplinarias y un enfoque basado en las iniciativas locales, el acuerdo busca cambiar la gestión ecológica y cultural de las turberas.
El Acuerdo de Venecia, concebido como un documento vivo, se ha transformado en una herramienta esencial para la conservación de turberas, abordando la crisis climática y la pérdida de biodiversidad mediante acciones directas. En esta ocasión, la reunión fue organizada por Ensayos, Wildlife Conservation Society Chile y la Fundación Michael Succow, con el apoyo de Double-u-Replay y el Centro de Estudios Geográficos de la Universidad de Lisboa.
Durante los dos días de reunión presencial, 25 participantes de diversas disciplinas, incluidos científicos, artistas, activistas y representantes gubernamentales, se congregaron en diferentes sedes para adaptar el documento a las nuevas necesidades y discutir la futura gobernanza del movimiento de protección de turberas. La reunión también incluyó la participación de 122 personas desde lugares tan diversos como Frutillar (donde hicimos una bella actividad en la Biblioteca Municipal), Tierra de Fuego y el Círculo Polar Ártico, quienes contribuyeron a través de talleres locales.
Nicole Püschel de WCS Chile destacó la importancia de conectar las necesidades locales con las preocupaciones globales, enfatizando que «estas turberas están cuidando de todos, así que la gente tiene que cuidar de las turberas de los demás, en todas partes». Camila Marambio, directora de Ensayos, resaltó la colaboración con Double-u-Replay y el apoyo a las turberas de Torres Vedras como un acto de «vuelta a lo que se necesita».
El acuerdo original, firmado en Venecia en 2022, establecía un conjunto de necesidades y valores basados en la experiencia e investigación para fortalecer la protección de las turberas a escala local. En esta ocasión, los participantes reflexionaron sobre las acciones concretas inspiradas por el acuerdo, los desafíos y oportunidades enfrentadas por las comunidades locales, y cómo abordarlas.
La reunión concluyó con un acuerdo renovado, destacando valores como el bienestar de las turberas para la salud planetaria, la organización desde las bases, la circularidad entre lo local y lo global, el intercambio de conocimientos, y la justicia social y medioambiental transformadora de la tierra. Los participantes se comprometieron a seguir construyendo el movimiento y a poner en práctica planes de comunicación, creación de espacios de interacción y aprendizaje sobre las turberas, y ampliación del número de miembros.
Como parte de las acciones futuras, se implementará un programa de mentores, se organizará la reunión bianual del Acuerdo de Venecia, se fomentará la comunidad mediante encuentros en línea y se desarrollará una plataforma web. Jonas Stuck, de la Fundación Andrea von Braun, expresó su deseo de regresar en un año y compartir cómo se ha aplicado el acuerdo, no solo en la práctica, sino también como marco para iniciar conversaciones y ramificar el movimiento.